La clave para entender esta enfermedad, que se estima que afecta al 1-2% de todas las mujeres en diferente grado, es conocer qué es el endometrio: De manera simple es la capa que tapiza el útero interiormente y que cada mes crece y se desprende produciendo la menstruación.
En la endometriosis aparece tejido del endometrio en otras localizaciones que no son el útero y aquí es donde aparecen los problemas:
– A nivel de los ovarios, que es donde más frecuentemente aparece, el crecimiento de este tejido y sangrado crea quistes que pueden llegar a ser muy grandes. Se llaman “quistes de chocolate” por el aspecto de su contenido, marrón.
– Al asentar en otros tejidos o superficies de la cavidad abdominal se comportan como pequeñas agresiones que dan lugar a cicatrices y zonas de adherencias, esto hace que zonas que suelen ser móviles queden fijas, tirantes. Puede llegar a tener un comportamiento similar al tumoral aunque raramente se vuelve maligno, pero puede lesionar otros órganos pélvicos.
– El síntoma más frecuente es el dolor con la menstruación (dismenorrea) y el dolor en la pelvis frecuente. Entre el 5 y el 20 % de mujeres con dolor pélvico presentarán endometriosis. En un alto porcentaje ,estas pacientes presentan trastornos menstruales.
– Todos los procesos asociados a la endometriosis condicionan problemas de infertilidad.
El diagnóstico, tratamiento y seguimiento de esta enfermedad pasa por diferentes medidas según el grado de la misma y es en la consulta de tú ginecólogo donde se debe valorar la idoneidad de uno u otro.
Desde tratamientos antiinflamatorios , hormonales hasta la (preferentemente de mínima invasión) pueden ser necesarios. Una correcta valoración de la enfermedad lleva a las pacientes a alcanzar una buena calidad de vida y solucionar los problemas de infertilidad derivados de este problema.
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